Uno de nuestros autores, Jose Manuel Surroca, ha participado en el III Recital Poético Petronila, Reina de Trovadores con su poema «Aragón no olvida». José Manuel es un fantástico escritor que despuntó en nuestra editorial con su obra, el Documento 303.
Aragón no olvida
Cuando los hombres fenecen,
Y abandonan este mundo,
Sus recuerdos permanecen
Como patrimonio fecundo.
Es vivir para la posterioridad.
Es el recuerdo de lo que fuimos.
Es afirmar nuestra realidad.
Es proclamar lo que sentimos.
El Olvido, mata.
Destruye.
Desconecta.
Y Desorienta.
El Olvido, terrible enfermedad.
Con efectos crueles y funestos
Que diluyen la propia identidad
Y borran del recuerdo los fundamentos
En los que apoyar nuestra autenticidad.
Los pueblos y las naciones vienen a ser,
Imagen y reflejo de su trayectoria.
Son estos recuerdos grabados en su memoria
Los que determinan su proceder.
El pasado conduce al presente,
Y desde éste se camina al futuro,
De forma paulatina y constante.
Así ha sido siempre, os lo aseguro.
Atrás quedan los ecos
De los triunfos y fracasos
De los que nos han precedido,
Celebrados o repudiados
Según se sea, vencedor o vencido.
Actos del pasado,
Condicionaron el presente.
A unos les parece bien
Y celebran el legado.
A otros les parece mal.
E ignoran lo evidente,
Haciendo de su historia
Un relato fantasmal.
De los hechos y vidas de las personas,
Quedan sus consecuencias y su recuerdo.
¿Qué le espera a un colectivo
Que olvida o modifica su pasado?
Un presente ilusivo
y un futuro desolado.
Las naciones que se precian,
De su Historia no se olvidan.
Al contrario:
La celebran,
La conservan
Y la transmiten,
Para que los que detrás vengan,
Conozcan su origen,
Entiendan su presente
Y su futuro prevengan.
¿Y Nosotros? ¿Y Aragón?
Nuestros ancestros forjaron,
Una historia que emociona
Ya fueran de Aragón,
O de la condal Barcelona.
Y por cosas del Olvido,
Y porque a unos convino
Y nosotros nos dejamos,
Esa historia milenaria
Se la apropia el vecino
A poco que lo permitamos.
Pero es nuestra obligación
Y de obligada primicia,
Mostrarla al mundo entero,
Para corregir la injusticia.
Para que se enteren,
Para que sepan,
Para que se admiren,
Para que nos conozcan,
Y para que nos envidien.
Gritemos:
Aquí estamos nosotros,
Los actuales, los de ahora.
Y aquí os mostramos nuestro acervo:
Nuestra historia milenaria.
Reivindiquemos,
No nos callemos,
No nos dejemos,
Defendamos nuestro ancestro,
Y que cada cual defienda el suyo,
Pero sin tocar el nuestro.
Reclamemos el lugar
Que la Historia nos ha dado,
Y que a fuerza de porfiar
Nos hemos ganado,
Por nuestro pasado,
Por nuestras gentes,
Por nuestros monumentos,
Por nuestros hechos,
Por nuestros castillos,
Por nuestros monasterios.
Por nuestros montes y nuestros ríos,
Por nuestras derrotas y nuestras victorias,
Que de todo tenemos
En nuestra historia milenaria.
Que nos merecemos:
Por derecho,
Por la fuerza de la razón,
Con firmeza,
Con Pasión,
Con rasmia,
Y sin reblar.
Aragón proclama:
Que somos como somos,
Por lo que fuimos e hicimos,
Prez y ejemplo para el mundo entero,
Creando una Corona,
Avanzada en sus Fueros,
Usos y Costumbres
Y Derecho puntero.
Aquellas gentes de Aragón,
Obligaban a sus reyes jurar
Con este pronunciamiento:
“Nos, que somos
Y valemos tanto como vos,
Pero juntos, más que vos….”
¿Cómo no sentir orgullo profundo,
De aquellos aragoneses
Que con este apercibimiento
Mostraban al mundo
Su noble temperamento?
Reino y Corona,
Doña Petronila, reina de Aragón,
Hija y madre de Reyes,
Y Condesa de Barcelona.
Peronella la llamaban
En idioma catalán.
Figura insigne de su linaje,
Quedó viuda prontamente,
Y de la corte influyente,
Protegió a su hijo con decisión,
Dando muestras de coraje,
Temple y moderación
En defensa permanente
De la Casa de Aragón.
Barbastro, ciudad de los esponsales,
Para celebrar su memoria y su recuerdo
En Agosto se traslada a los tiempos medievales,
Representando con pasión,
La firma de tan magno acuerdo
Que dio origen a la Corona de Aragón
Por lo que fue,
Por lo que representó,
Por todo ello, y mucho más,
Barbastro, Cuna y Corona
Le rinde admiración y respeto.
Aragón no olvida.
¿Quién es José Manuel Surroca Laguardia?
Nacido en Zaragoza en 1949. De profesión informático, además de aficionado a la música y a la literatura siempre sintió la pasión de escribir, iniciando el esbozo de varias novelas. Tras finalizar su vida laboral, ha podido ver cumplido su deseo de hacer lo que más le gusta: dedicar su tiempo a escribir.
Enamorado de la historia, especialmente de uno de los periodos más impresionantes a su juicio, la Edad Media, intenta recrear en sus novelas las formas de vida y las sensaciones que debían sentir aquellas personas cuyo día a día transcurría entre la ignorancia, la miseria, la enfermedad y su sometimiento absoluto a la voluntad de sus señores feudales, y especialmente, las relaciones entre las tres comunidades, cristiana, judía y musulmana que poblaban y convivían en nuestras villas y pueblos.
Sin embargo, también le gusta adentrarse en otro tipo de historias que siempre tienen como protagonistas a las personas y sus circunstancias que en ocasiones, suelen ser terribles. El humor, el drama y la sociedad, son temas que ha tratado en sus historias.
Hasta el momento ha escrito nueve novelas: El Cristo del Granado, Espejismo, La extraordinaria vida de un perro que entendía a los hombres, La Estación, El Clown, El Diario del Ave Fénix, Barbastro 1320 “Los Pastorelli”, El Documento 303 y El caso del Ecce Homo.